domingo, 21 de septiembre de 2008

Evaluaciones

La evaluación suele ser la parte menos agradable del magisterio, y personalmente, creo que está en el mismo centro de los males que padece nuestro sistema educativo. Pero voy a dejar esa disquisición filosófica para otro momento.

Estas primeras semanas con la clase del 2012 han sido una experiencia que nunca antes había tenido, en mis 14 años en el magisterio: un 100% de la clase entregó el primer trabajo escrito, un 100% entregó sus libretas, y--como consecuencia--más de un 90% tiene, al momento, promedio de A o B. Los informes de progreso, que entregaré en los primeros días de octubre (precisamente en la fecha de la segunda ronda de presentaciones grupales), van a tener más calificaciones, pero solamente en el renglón de exámenes y proyectos, que vale un 40% de la nota. Las calificaciones que incluiré a esa fecha serán los 80 puntos del primer trabajo en grupos, y 40 puntos del trabajo escrito que se me entregará el viernes 26. No anticipo que varíen mucho las notas, siempre que todo el mundo me entregue el trabajo escrito.

Ese trabajo es más breve que el anterior; consta solamente de tres párrafos, cada uno con una generalización apoyada por tres datos, tomados de diferentes regiones de las que estudiaron. El trabajo busca varias cosas: trabajar la destreza de generalizar; reforzar la destreza de escritura de párrafos coherentes (que hablan de un solo tema y lo desarrollan de manera lógica), y exponer cada estudiante a los hallazgos de los otros grupos. Ya vieron las presentaciones de l@s demás estudiantes, y con este trabajo, y la preparación para el mismo que consistió en una actividad "rompecabezas" en los que puse a cada estudiante con 3 o 4 estudiantes que estudiaron otras regiones, con la tarea de hacer, en sus libretas, una tabla con la información de cada grupo para contestar cada una de las tres preguntas del trabajo escrito. Ese ejercicio lo hice con la clase de lunes y miércoles, y la haré con las clases de martes y jueves este jueves 25.

Todavía no he terminado de evaluar los trabajos de grupo, y eso me tomará al menos hasta el viernes, porque me falta incorporar las evaluaciones de los estudinates de 8vo grado el miércoles y jueves. Yo evalúo las libretas en 48 horas, porque son instrumentos de trabajo, y he podido calificar los trabajos escritos en menos de una semana para entregar notas, pero estos trabajos de grupo conllevan un proceso mucho menos ágil, porque incorporo tres tipos de insumo de estudiantes, además del mío.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Simulacro de economías de tributo

El viernes 5, hicimos el segundo simulacro del semestre, el que correspondió a la unidad sobre economías de tributo. Se me había olvidado comentarlo aquí, y le agradezco a Migdalia Mercado que me lo reclamara aquí. Por cierto, agradezco a tod@s quienes han dejado comentarios en este blog, y a aquellos que dejaron su correo electrónico, les pude contestar las dudas por email.

La idea del simulacro era presentar cómo las economías agrícolas de la antigüedad se basaban en la producción de un excedente agrícola, del cual unas minorías--llamadas nobles, samurai, letrados, castas superiores, amos, terratenientes o cualquier otra cosa--se apropiaban, para intercambiar productos, hacer obras públicas, y generalmente darse una mejor vida.

Les dije a l@s estudiantes que debían producir "trigo", representado por dos espigas cruzadas en un cuadrito de papel, cada espiga con 20 granitos más o menos circulares. De estos cuadritos de papel, debían terminar el ejercicio con por lo menos 20. Les dije que el ejercicio no iba a durar toda la hora, para que tuvieran prisa. Luego de unos minutos, escogí a tres "nobles" del grupo, les asigné una región o "feudo", y les dije que recogieran la mitad de lo que había producido cada persona en su región. Hice que ell@s mism@s les explicaran esto a sus compañer@s, para provocar que algun@s protestaran que era "un robo", o "injusto". Así, en efecto, fueron las vidas de millones de campesinos, por miles de años, en cinco continentes.

Luego de otro tiempo, les di a cada "noble" un modelo de otro producto: unos cuartones de madera, unas herraduras con un martillo y unas tenazas, y un arco de piedras. La idea era simular la división de trabajo, tanto a nivel local como a nivel regional o intercontinental. Cada noble pudo seleccionar a uno o dos de "sus campesinos" para que produjera, en vez de "trigo", "madera', "hierro" o "piedra". Éstos serían los artesanos, en la división del trabajo local. El noble le pagaría una unidad de trigo por cada unidad de estos productos que produjeran.

Para simular el comercio, seleccioné tres estudiantes más, para que fueran "comerciantes". A los nobles les dije que necesitarían, al terminar el simulacro, 8 unidades de cada uno de los productos artesanales: "piedra", "hierro" y "madera", para hacer sus "castillos". Como su grupo solamente producía uno de estos productos, necesitarían los que producían los otros dos grupos, pero les prohibí que negociaran directamente con los otros nobles (el comercio era visto, en muchas de esas sociedades, como una actividad muy baja para un noble). Los comerciantes, pues, intercambiaron el trigo, la madera, el hierro y la piedra, y les dije que podían exigir precios mayores si veían la posibilidad. Y así fue.

L@s nobles terminaron casi todos sus castillos; los campesinos y artesanos, en su mayoría, terminaron muy cerca del nivel de subsistencia (salvando a algun@s list@s que le escondieron su producto a l@s nobles), y l@s comerciantes terminaron un poco mejor que l@s artesan@s y campesin@s.

Por ello, estoy bastante satisfecho con el simulacro, y probablemente lo repita el año que viene. Ya tengo planificado el simulacro de la próxima unidad, aunque aún no tengo ideas más allá de aquél.

Primeras presentaciones

Hoy fueron las primeras presentaciones, y le tocó al grupo de lunes y miércoles hacerlo primero.

Generalmente, demostraron bastante conocimiento del tema--las economías de las sociedades antiguas, que no es lo más fácil de investigar--y alguna creatividad. Extrañamente, sin embargo, me quedé con las ganas de ver presentaciones más entretenidas y creativas.

4 o 5 de los 7 grupos utilizaron PowerPoint. Me lo habían preguntado antes, y les había dicho que era permitido, aunque no era mi preferencia. Tal vez debí haberles advertido más claramente sobre el peligro del PowerPoint. Al menos dos de los grupos cayeron en la gran trampa de ese medio: leyeron lo que decía la pantalla. Tal vez soy yo nada más, pero no hay nada que me asesine más rápidamente el interes en una presentación que el tener que escuchar lo que ya estoy leyendo.

El otro gran peligro de "lo tecnológico" también se manifestó: pasaron casi 25 minutos en lo que varios estudiantes trataron, infructuosamente, de lograr que la imagen de la pantalla de la computadora apareciera a través del proyector. El último grupo utilizó la vieja técnica de tiza en pizarra, y para mí fue igual de bueno que si se hubiera logrado usar el proyector.

Hubo grupos que interactuaron más con las imágenes que tenían para proyectar, y que mostraron bastante dominio de la información. En ese sentido, diría que estas primeras presentaciones fueron exitosas, ya que evidentemente se trabajó, y pude señalarle al grupo lo que tenía de bueno cada una, y lo que podía mejorarse.

En general, donde quisiera ver mucha información es en las "Revistas de HIstoria y Geografía", dirigidas al exigentísimo público que es la clase del 2013, actualmente en 8vo grado. Esta porción escrita del trabajo de los grupos la estaré recibiendo el martes y miércoles, y espero hacer unos comentarios generales sobre ellos aquí. En cambio, mi intención era que las presentaciones dieran rienda más suelta a la imaginación de esta gente joven, y que--sin olvidarse de que siempre hay un contenido histórico que presentar--pudieran crear unas presentaciones menos abarcadoras, que profundizaran más en algunos aspectos del tema, y que fueran más entretenidas para l@s demás estudiantes.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

¡Comenzaron los grupos!

El viernes 29 de agosto le informé a tod@s l@s estudiantes de los grupos en los que van a estar hasta fines de octubre.

Mi experiencia del año pasado me convenció que el trabajo en grupos es un excelente medio para este curso, según lo he diseñado. Pero también me enseñó a estar alerta a problemas que no son absolutamente necesarios al aprendizaje. Esta vez, le hice mucho caso a las preferencias--de tema, y de compañer@s de grupo--que me expresaron mis estudiantes el primer día. Obviamente no pude darle a todo el mundo los grupos "perfectos", pero sí creo que cada persona tiene al menos una persona--y en muchos casos, varias--con quien siente que puede trabajar bien. Veremos cómo funciona.

Otra lección de mi experiencia pasada es que estoy muy, muy pendiente al trabajo de los grupos de día a día. Cada grupo me tiene que llenar un formulario, cada día que se reúne en mi clase, que resume qué se trajo a la reunión, que se hizo en ella, y qué se va a hacer antes de la próxima reunión... con los nombres de quienes trajeron, hicieron, y se comprometieron a hacer. También les di una hoja bien detallada que me deben llenar en caso de que se reúnan dos o más fuera de la hora de clase.

Quiero dejar claro que esto es algo que NO se requiere, y en principio no sería necesario, pero que evidentemente forma parte de la cultura de la escuela, así que me interesa mucho que estas reuniones se documenten. Todo esto me ayuda a evaluar la participación de cada estudiante al proceso de su grupo, lo cual representa la mitad de su nota individual (la cuarta parte de su nota por el trabajo en grupos).

En los próximos días les entregaré a las clases la rúbrica que voy a usar para esa evaluación, que estará INFORMADA por las evaluaciones de l@s compañer@s del grupo, pero no se derivará DIRECTAMENTE de ellas. Cuando esté hecha, la publicaré aquí.

martes, 2 de septiembre de 2008

Análisis funcional

Pudiera parecer un poco extraño el que se le dedique una clase a las ideas--por someramente que se hayan resumido--del sociólogo norteamericano Talcott Parsons. Por el nivel del material (universitario), por lo anticuado (tiene medio siglo añejando), y por lo conservador (el análisis funcional no toma en cuenta el cambio social, y ha sido utilizado para justificar, implícitamente, demasiados sistemas).

Lo uso sencillamente por las razones que puse en la diapositiva, que reproduzco abajo: nos ofrece una manera de comparar sistemas muy diversos, como los que están estudiando los diferentes grupos de trabajo.

Análisis funcional
(de Talcott Parsons, sociólogo norteamericano)

TODO sistema social TIENE necesariamente que cumplir las siguientes cuatro FUNCIONES:

Adaptiva: obtener recursos de su entorno—de fuera de sí—para seguir subsistiendo. (Economía)

Directiva: establecer metas y tomar otras decisiones para el grupo entero. (política)

Integrativa: establecer patrones de interacción entre los diversos miembros (leyes, normas sociales, jerarquías de status)

Fiduciaria: mantener sus características a lo largo del tiempo (cultura, valores)

Cualquier actividad social humana cumple al menos una de estas funciones.

Son funciones, NO organizaciones. Por ejemplo, el gobierno es un conjunto de organizaciones que interviene en TODAS las funciones de la sociedad.

¿Por qué se usa el análisis funcional? Porque permite hacer comparaciones entre sociedades que están organizadas de forma muy diferente.