lunes, 15 de septiembre de 2008

Simulacro de economías de tributo

El viernes 5, hicimos el segundo simulacro del semestre, el que correspondió a la unidad sobre economías de tributo. Se me había olvidado comentarlo aquí, y le agradezco a Migdalia Mercado que me lo reclamara aquí. Por cierto, agradezco a tod@s quienes han dejado comentarios en este blog, y a aquellos que dejaron su correo electrónico, les pude contestar las dudas por email.

La idea del simulacro era presentar cómo las economías agrícolas de la antigüedad se basaban en la producción de un excedente agrícola, del cual unas minorías--llamadas nobles, samurai, letrados, castas superiores, amos, terratenientes o cualquier otra cosa--se apropiaban, para intercambiar productos, hacer obras públicas, y generalmente darse una mejor vida.

Les dije a l@s estudiantes que debían producir "trigo", representado por dos espigas cruzadas en un cuadrito de papel, cada espiga con 20 granitos más o menos circulares. De estos cuadritos de papel, debían terminar el ejercicio con por lo menos 20. Les dije que el ejercicio no iba a durar toda la hora, para que tuvieran prisa. Luego de unos minutos, escogí a tres "nobles" del grupo, les asigné una región o "feudo", y les dije que recogieran la mitad de lo que había producido cada persona en su región. Hice que ell@s mism@s les explicaran esto a sus compañer@s, para provocar que algun@s protestaran que era "un robo", o "injusto". Así, en efecto, fueron las vidas de millones de campesinos, por miles de años, en cinco continentes.

Luego de otro tiempo, les di a cada "noble" un modelo de otro producto: unos cuartones de madera, unas herraduras con un martillo y unas tenazas, y un arco de piedras. La idea era simular la división de trabajo, tanto a nivel local como a nivel regional o intercontinental. Cada noble pudo seleccionar a uno o dos de "sus campesinos" para que produjera, en vez de "trigo", "madera', "hierro" o "piedra". Éstos serían los artesanos, en la división del trabajo local. El noble le pagaría una unidad de trigo por cada unidad de estos productos que produjeran.

Para simular el comercio, seleccioné tres estudiantes más, para que fueran "comerciantes". A los nobles les dije que necesitarían, al terminar el simulacro, 8 unidades de cada uno de los productos artesanales: "piedra", "hierro" y "madera", para hacer sus "castillos". Como su grupo solamente producía uno de estos productos, necesitarían los que producían los otros dos grupos, pero les prohibí que negociaran directamente con los otros nobles (el comercio era visto, en muchas de esas sociedades, como una actividad muy baja para un noble). Los comerciantes, pues, intercambiaron el trigo, la madera, el hierro y la piedra, y les dije que podían exigir precios mayores si veían la posibilidad. Y así fue.

L@s nobles terminaron casi todos sus castillos; los campesinos y artesanos, en su mayoría, terminaron muy cerca del nivel de subsistencia (salvando a algun@s list@s que le escondieron su producto a l@s nobles), y l@s comerciantes terminaron un poco mejor que l@s artesan@s y campesin@s.

Por ello, estoy bastante satisfecho con el simulacro, y probablemente lo repita el año que viene. Ya tengo planificado el simulacro de la próxima unidad, aunque aún no tengo ideas más allá de aquél.

1 comentario:

Unknown dijo...

Gracias por atender mi peticion de explicar en detalle el simulacro. Lo encontre interesante y me parece una buena idea el que los estudiantes tengan la oportunidad de llevar a cabo una actividad completamente interactiva que le hace mas sentido y donde perdura el recuerdo de lo experimentado a diferencia de lo que es puramente lectura de estos detalles de la historia.