domingo, 5 de octubre de 2008

Reuniones con padres y madres

Resultó una gran experiencia el poder compartir antier con más de una veintena de padres y madres de la clase del 2012. Los dos aspectos más comunes de esas conversaciones fueron los siguientes:

De mí hacia l@s padres y madres, les expliqué cómo funcionan las rúbricas que uso para asignar la mayoría de las calificaciones que asigno en la clase. Aunque las notas, en general, siguen siendo las más altas en toda mi carrera magisterial, se vio una baja leve en los promedios. La causa principal de este fenómeno fue que los trabajos de grupo, en particular las notas grupales y específicamente las de las Revistas de Historia y Geografía, fueron bastante bajas (típicamente entre 27 y 31 puntos, de 40 posibles, con algunos aun más bajos y unos pocos más de 35). Y esto, a su vez, se debe a que los grupos tendieron a enfocarse en producir una revista visualmente atractiva--ciertamente algo bueno--y no revisaron las rúbricas para ver si iban a poder obtener la puntuación que deseaban con lo que me estaban entregando. Por eso, postpuse la entrega de la segunda edición de las Revistas para el miércoles y jueves, 8 y 9 de octubre, y me voy a estar reuniendo con cada grupo durante las clases del 6 y 7 para darles mi insumo sobre cada trabajo particular.

De l@s padres y madres hacia mí, escuché varias historias de tensiones y luchas que se han dado en el seno de algunos grupos de trabajo. Salvo un grupo que me había traído ese tipo de inquietud unos días antes, éstas fueron noticias para mí. Me alegra mucho poder recibir esta información, aunque cualquiera diría que l@s estudiantes también me lo podrían haber compartido directamente. Como le dije a cada padre y madre, esto es parte de la experiencia de trabajo en grupo; sin embargo, ello no quiere decir que ell@s ni yo nos debamos quedar de brazos cruzados. Al contrario, éstas son las oportunidades que tenemos como adult@s para enseñarles, con nuestra experiencia acumulada de años, cómo vencer este tipo de obstáculo tan común en la vida laboral, profesional y política. En la medida que se trae a mi atención este tipo de problema, yo me reúno con el grupo entero y trato, de primera instancia, de facilitar la conversación entre l@s integrantes. Si eso no funciona, puedo ser más directivo, tal vez asignando tareas a individuos y dando instrucciones de cómo y cuándo comunicarse entre sí. Yo pido, de diferentes formas, insumo de cada estudiante y cada grupo acerca de su proceso, pero todo esto requiere que se comuniquen conmigo si la comunicación entre el grupo deja algo que desear.

Practicante nuevo

En el ajoro de tener que evaluar las revistas de Historia y Geografía y entregar notas el 1-2 de octubre, no llegué a publicar esta importantísima entrada. Desde el pasado viernes, 26 de septiembre, se integró a la clase Ronald Torres, maestro practicante.

El maestro, o la maestra, practicante es un/a aprendiz, en un sentido bastante cercano al que se daba en los gremios de la Edad Media europea, que algunos de los estudiantes estarán estudiando precisamente en la próxima unidad. Esto quiere decir que la relación maestr@/aprendiz es bastante cercana, y sujeta a toda la gama de accidentes que pueden incidir en cualquier relación cercana entre dos personas que apenas se conocen al principio. Sin conocer bien los detalles de lo que sucedió, Ronald comenzó el semestre con otra maestra cooperadora en otra escuela, y esa relación evidentemente no prosperó, porque fue terminada por la maestra cooperadora. Aparentemente su estilo--y es bien sabido que l@s maestr@s tenemos estilos y filosofías muy divergentes--no era compatible con Ronald. Hasta donde he podido ver hasta ahora, esa decisión fue la mejor para Ronald, y yo siento que también me he beneficiado... y conmigo todo el noveno grado.

Ronald ha estado de observador en estas primeras clases, pero próximamente ocupará cada vez más el centro del proceso de enseñanza-aprendizaje. El lunes y martes, se reunirán los grupos en el salón, y Ronald y yo haremos rondas por separado entre los 7 grupos, tomando aproximadamente 11 minutos (por reloj) con cada grupo. Yo le estaré hablando a cada grupo sobre su Revista de HIstoria y Geografía, y él les estará hablando de sus últimas presentaciones frente a la clase. El miércoles y el jueves, Ronald y yo evaluamos por separado las presentaciones, y luego discutimos nuestras percepciones. Resultó ser que nuestras puntuaciones (siguiendo la misma rúbrica que tiene cada estudiante) estuvieron bien cercanas una a la otra, y lo que él les diga, será como si se los dijera yo.

Ronald seguirá colaborando conmigo en los procesos de evaluación de trabajos; él miró aquellos de los últimos trabajos escritos que se entregaron tarde, y me dio su percepción acerca de la nota que debían tener; luego yo los leí y, efectivamente, nuestras puntuaciones estuvieron muy cercanas una a la otra. Seguiré ese procedimiento con los próximos trabajos escritos: Ronald los evaluará primero, luego lo haré yo, siguiendo la misma rúbrica que tiene cada estudiante, de forma que cada ensayo recibirá dos lecturas independientes. Ronald también participará conmigo en la revisión de las rúbricas de evaluación de los distintos aspectos del trabajo en grupo, que se repartirán próximamente a cada estudiante.

Del 22 al 24 de octubre, yo estaré representando a la UHS (junto a la Dra. Lille Troche) en el simposio de la National Association of Laboratory Schools en Florida. Ronald tendrá a cargo esas dos reuniones de grupo (una el miércoles o jueves, según la sección, y la otra el viernes con todas las secciones), con otr@ compañer@ de la facultad presente como requiere la política escolar. Y a partir del 6 de noviembre, ya concluidos los proyectos grupales, Ronald tendrá a cargo la planificación y ejecución de todas las actividades relacionadas con la última unidad del curso que enfocará los viajes de exploración de los europeos y la conquista de América, en su contexto global... es decir, las causas y los efectos a nivel planetario de lo que más recientemente se ha llamado el "intercambio colombino" (the Columbian Exchange).

El consenso entre tod@s l@s compañer@s de la facultad que han tenido practicantes es que ello resulta en más trabajo que estar sol@ en el salón con l@s estudiantes. No sé si eso será cierto o no, pero sí sé que, tras años de labores solitarias en el salón (salvo el semestre en California que tuve una practicante en una clase), siento un gran alivio al tener otra persona con quien compartir las dudas e inquietudes que surgen como parte natural del oficio de maestr@, y que casi siempre tienen que masticarse a solas.