jueves, 14 de agosto de 2008

Una comunidad de aprendizaje

Es una de esas frases que suenan bien bonito, y se escuchan mucho, sobre todo en las facultades de Educación. Y es bueno que se escuche, porque yo sí creo que el ser, o al menos, el estar en una comunidad que aprende, es fundamental para aprender las lecciones más importantes que puede enseñar una escuela como la UHS.

Pero lo difícil no es decirlo, es hacerlo. ¿Cómo se hace una comunidad de aprendizaje... o, más precisamente, una comunidad que facilita el aprendizaje de un currículo como el de Historia General que yo he planteado?

No quiero venderme como experto en esto: estoy aprendiendo sobre la marcha, y no conozco ninguna clase de Educación donde me hubieran enseñado a hacerlo. Pero de algunas cosas estoy seguro:

Primero, que el hacer una comunidad de aprendizaje requiere de mucho, mucho esfuerzo, primero de parte del maestro o líder, pero también de parte de l@s estudiantes o participantes. Hoy estuve hablando a mis clases de cómo yo pienso usar el poder que tengo como maestro para propiciar que cada clase realmente funcione como comunidad que aprende junta.

Expliqué el sistema de sanciones y recompensas que compone el segmento de "asistencia y participación" (un 20% de la nota de la clase). Son cosas bien superficiales--lo tienen que ser, porque tengo que poder justificar cada punto que doy o que quito--pero creo que dan un indicio de los esfuerzos de estudiantes individuales por aportar a la clase: la asistencia y puntualidad, para empezar, con un margen bastante generoso para las cosas que nos pueden pasar camino a la escuela, o a una clase. El ocuparse de estar, y estar a tiempo, cuando la clase se reúne es fundamental. Puedo dar--y daré--bonificaciones por cada clase en la que un estudiante ofrece alguna ayuda visible al proceso, desde la estereotípica respuesta a una pregunta del maestro, habiendo primero alzado la mano, hasta otras formas de aportar, como ofrecer ayuda a un compañero en un momento que no interrumpe lo otro que está sucediendo. Por lo mismo, puedo quitar--y quitaré--puntos por cada clase en que le hizo daño al proyecto de aprendizaje colectivo, con interrupciones o, en el peor de los casos, palabras que pudieran ofender a un compañero.

Este tipo de discurso, y la práctica de dar puntos por "participación", se presta para la arbitrariedad: lo que a mí no me guste es malo para la comunidad de aprendizaje, y lo que me hace reír la ayuda, porque yo soy el que tiene el poder. Es una de muchas contradicciones de ser un maestro que trata de propiciar el tipo de aprendizaje que yo propongo. Por una parte, no quiero para nada utilizar mi poder y autoridad de forma arbitraria, dictatorial; por otra parte, no puedo "pasar con fichas". Tengo que usar ese poder para ayudar a formar una comunidad que aprende. Es mi responsabilidad. Y el hacer la participación parte de la nota del curso, en una escuela como la UHS donde las notas se valoran tanto, es un planteamiento político-pedagógico.

Lo otro que debo decir es que hacer una comunidad de aprendizaje no es lo mismo que un grupo de amistades que se quieren mucho. En la UHS hay cariño, por montones, y hay peleas también, como siempre cuando hay amor. Pero hacer una comunidad que aprende es algo más deliberado y consciente, dirigido al propósito de aprender algo... o en la versión corrompida que circula mucho en las escuelas como la UHS, de sacar una buena nota. Una comunidad de aprendizaje casi siempre incluye gente que me cae mal, que NO serían mis amigos si no nos viéramos obligados a compartir estas experiencias. Así pasa, también, en casi todos los trabajos asalariados. Aportar al desarrollo de una comunidad de aprendizaje es, en un sentido muy real, practicar una serie de destrezas que serán de suma utilidad a lo largo de cualquier carrera profesional o laboral.

La UHS es, en términos generales, una comunidad de aprendizaje bastante eficaz; de ello dan testimonio l@s egresad@s. Cada una de las tres secciones de Historia General va a intentar serlo, de una manera más intensa y deliberada por ser más pequeña la escala; a eso irán dirigidos muchos de mis esfuerzos este año. Y cada uno de los 21 grupos de trabajo va a ser un laboratorio más intenso aún de ese proyecto de encontrar la manera de aprender junt@s. Ahí está gran parte de nuestro taller para el año.

1 comentario:

Maribel Rodriguez dijo...

Hola:
Soy la mamá de Rafael Rivera Rodríguez. Soy profesora de la Escuela Elemental UPR, su escuela vecina. Le invito a pasar por nuestra comunidad de aprendizaje, ya que el proyecto lo implatamos hace cinco años. Con este proyecto logramos la reacreditacion de Middle State. Actualmente estamos en la segunda fase de la acreditación, siguiendo las recomendaciones que Middle State somete a la mitad del período de acreditación. Estoy segura que compartir con nustra comunidad de aprendizaje será una grata experiencia para usted.

Maribel Rodríguez